Hoy quiero dirigirme a quienes pueden hacer mucho pero no hacen lo importante, y que contribuyen junto con las farmacéuticas a seguir manteniendo una enfermedad como la artritis reumatoide bajo los efectos fuertísimos de la medicina tradicional sin voltear a ver las formas funcionales y holísticas que, desde hace años, la medicina funcional y/o alternativa ya está pondiendo en funcionamiento con pacientes con autoinmunidad que son candidatos a seguirla. Me dirijo a los reumatólogos y a la medicina tradicional.
Nota: Esto no es nada personal, es un sentimiento que en general quiero externar hacia una institución bien establecida como lo es la medicina como hoy la conocemos, que hace caso omiso a los avances que, incluso, investigadores y mismos médicos de su gremio ya han hecho en el tema de formas de sanar la autoinmunidad que no involucran medicamento agresivo, y que hoy en día, ya están poniendose en práctica.
Para los reumatólogos y la medicina tradicional
Como algunos de los que me siguen saben, y muchos aún no lo creen cuando me ven en las redes (porque para ellos artritis reumatide es símbolo de cuerpo deformado y persona que no puede caminar y sufre de dolores): no es que tenga artritis reumatoide establecida con muchos dolores e inflamación, es que soy seropositiva, lo que significa que mi cuerpo empezó a producir anticuerpos que están ahí porque están tratando de defender algo en mi cuerpo.
Estos anticuerpos, los antipéptidos cíclicos citrulinados (anti CCP), en vez de atacar bichos externos, atacan tejidos y articulaciones (según la medicina funcional por mimetismo molecular ) y, aunque tengo poco dolor, existe en zonas específicas que, cualquier reumatólogo, si voy con él o ella, me prescribirían medicamento como lo hicieron hace un año.
No ven a la enfermedad como un todo
Ellos vieron que iba con cierto dolor, sin embargo, nunca se cercioraron de si realmente tenía daño articular incluso con un factor reumatoide, proteína C reactiva, sedimentación globular y anticuerpos antinucleares a niveles estables. Era como para al menos preguntarme: “¿sabrás si puede haber otra situación adyacente que pueda causarte estos dolores articulares?”
Porque, por más que haya anticuerpos y una bandera roja ya ondeando de una actividad a la cual ponerle atención, NO era como para estar ya suprimiendo un sistema inmune para parar actividad de anticuerpos que según he leído, no es alta. Esto claramente podía bajarse de otras maneras que, lamentablemente no está en la medicina tradicional reumatológica atender.
Y sí, posiblemente causas adyacentes podrían ser mi cercanía a la menopausia y mis niveles hormonales que súbitamente mostraron una baja en esa momento. Nunca exploraron esa posibilidad.
Y aunque, la medicina tradicional es de gran ayuda en muchas situaciones de enfermedad avanzada y existen grandes médicos, también debería ser de ayuda cuando la enfermedad no está avanzada pero muestra signos, pudiendo tratar a la enfermedad con recursos alternativos que no involucren medicinas con efectos secundarios también igual de severos que la enfermedad.
Me centraré en este artículo en hablar sobre la realidad de que, en esta especialidad no actúan con otros recursos más que la medicina con altos efectos secundarios, aún habiendo evidencia de que, se puede tratar con medicina holística en cierta etapa de la enfermedad, incluso hasta en la más severa.
Sabemos que no hay educación en el tema también, y muchas personas podemos estar teniendo focos rojos por años de que algo no anda bien y no hacemos caso. Eso, aunado a la desgracias de que es difícil que un doctor tenga ese conocimiento o sentido común para ponerte el tanto, resulta en algo que pudo haberse fácilmente prevenido con saber escuchar a un cuerpo, con conocimiento y con sentido común, y terminó siendo un desastre y misterio por resolver.
No aplican el lema de Hipócrates
Un reumatólogo que estudió por años y se especializó por más, debe tener presente todos los síntomas como focos rojos de una posible enfermedad que, NO hay que esperarse a que los análisis lleguen a niveles estratosféricos para ir comenzando algo con el paciente, y no con medicina formal y severa que, lamentablemente es con la única que cuentan.
Curioso que sea la única medicina que formalmente aplican después de que Hipócrates les dejó algo muy importante como esto: “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”. ¿Lo aplicaron?
Muchas personas pueden aguantar dolores hasta cuando las manos están ya deformadas sin haber ido a ver a un doctor, esa es también responsabilidad de la persona de no atenderse en el momento adecuado, pero una persona que ha buscado por años soluciones a su malestar y un médico no ve pistas ni siquiera cuando le mencionas de tu fatiga crónica, problemas digestivos y dolores persistentes en todo el cuerpo, eso es ser un mal médico. Estos síntomas son de una clara autoinmunidad en muchísimos casos.
Medicina tradicional aliada a las farmacéuticas y no al bienestar del paciente
No sólo eso, que hoy en día la medicina tradicional esté 100% aliada a farmacéuticas para llevar a cabo su profesión, es como la típica solución sin valor alguno de poner un tapón a un desagüe sin solucionar el problema que causa el desagüe: más tarde será peor, y ellos lo saben. Desde la primera vez que te prescriben medicina para la artritis, te pedirán para la segunda cita análisis para ver como está reaccionando tu hígado, con eso decimos todo.
Y no es que sea un plan malvado, pero volvemos a lo mismo: con tanta información alternativa que soluciona la artritis de muchas personas, deberían estar volteando a ver esos procedimientos para empezar a acoplarlos a los de ellos, y sí, eso significaría decir adiós a las farmacéuticas.
¿Tenemos qué respetar esos protocolos? Yo creo que no desde que la medicina es una institución que debe ir a la vanguardia en pro de su paciente, no en pro de sus intereses económicos.
Después del chasco de no ver a ningún médico que he visitado realmente “dar el ancho”, empecé a ver que a la medicina sólo hay que tomarla en casos convenientes y cuando sabes que sólo es temporal, sólo que, esto, lamentablemente tiene que hacerse bajo mucho conocimiento y capacidad de discernimiento para tomar esas decisiones.
Hay casos que, entiendo, se tiene que tomar de por vida el medicamento para vivir, pero ese no el tema que hoy quiero explorar. La medicina de hoy tiene claro-oscuros, sin duda, y siempre debe ser bienvenida una crítica constructiva para quienes deben escucharla, sobre todo si de eso depende el bienestar de una vida.
No educan adecuadamente porque ellos no se educan
Sabemos que estamos avanzando, no es culpar 100% a algo o alguien, pero sí, definitivamente, el sector salud como ya está institucionalizado, tiene la responsabilidad de educarse adecuadamente y ayudar a educar a la población a evitar enfermedades. No estoy hablando de conocer los fármacos, estoy hablando de la cultura del bien comer, de las dietas saludables y estilos de vida acordes si queremos ser una sociedad bien nutrida y con menos enfermedades crónicas que hoy en día, van al alza junto a las muertes.
La artritis reumatoide, junto con otras enfermedades autoinmunes son una plaga y están haciendo presas cada vez más a niños y jóvenes. Cosa nunca vista como ahora. Esto es debido al estilo de vida tóxico que predomina hoy en día.
Hipócrates dice que el alimento es tu medicina, estamos de acuerdo, y no sólo eso, somos lo que comemos, somos lo que digerimos, pensamos, manejamos en nuestro estrés, entre otras cosas. La medicina como la conocemos tiene la responsabilidad de seguir esos lineamientos, pero es lamentable y terrible que, incluso, en consulta con el médico, veas insólitamente su escritorio con latas de coca cola y otras cosas que, al menos deben quitar de su espacio si están consultando.
No son un ejemplo a seguir
Los médicos no se reconocen precisamente por ser un gremio de gente saludable que come saludable y profesa y enseña eso. Son lamentablemente en la mayoría de los casos, todo lo contrario. Los estudiantes de medicina cuentan en su universidad con cafeterías con comidas de mala calidad. Y los hospitales, hasta en Júpiter saben lo pésimo que es el menú.
Y es que, se entiende, pareciera que todas las instituciones en nuestro mundo hoy en día fueron seducidas por mafias del dinero y en realidad el bienestar de la persona, emocional, espiritual y física pasa en tercer plano pues los monopolios de comida y medicina promocionan pura toxicidad.
La medicina tradicional no se actualiza de manera holística
He descubierto en este tiempo de búsqueda hacia mi bienestar muchas cosas que me han decepcionado de quienes pensé están para ayudarte. Los médicos hoy en día (me refiero a un enorme porcentaje de ellos) no son personas empáticas y te atienden en 10 minutos porque ya tienen de memoria el medicamento que te darán (de hecho se los acababan de dejar los visitadores médicos) y en eso se resumió la consulta, no en ver de fondo qué te sucede y sugerirte qué dejes de comer y qué debes comer para nutrir tu cuerpo de ahí en más.
Tampoco saben si tienes deficiencias de vitaminas y minerales que empeoran condiciones, en qué consiste tu dieta, tus actividades, lo que te causa estrés y cómo lo estás manejando. Nada. Increíble pues, incluso en sitios como Pubmed ya hay cientos de investigaciones que hablan de cosas que reumatólogos no mencionan ni por encima en consulta pues su mano ya está apresurada prescribiendo medicinas que “sí dejan”.
En determinados casos a veces una terapia psicológica era quizás lo que necesitabas y porqué no, está en ellos prescribirlo si lo necesitas. Pero no tienen, por sus prisas y falta de profesionalismo, esa ética, ese instinto y sentido común para saberlo ni prescribirlo. La mayoría piensa en términos monetarios y “viajes profesionales” y congresos. Eso también los hace inalcanzables por no estar en consulta casi nunca o disponibles para ti.
Y no, no es que haya tenido mala suerte. Y si eres de los que te has dado cuenta porque has estado en una travesía de enfermedad y de ver médicos por mucho tiempo, ves que así es. Somos los que más nos hemos dado cuenta de lo que sucede en realidad con la medicina hoy en día.
La reumatología suele ser negligente con la prescripción antes de tiempo
Con la artritis reumatoide que puede desatarme estragos si no me muevo en dirección a mi instinto y no al de la medicina reumatológica, ya llevaría un año tomando medicina fuertísima y tratándome de acondicionar a todos los efectos secundarios que me causaron con tan sólo dos meses de tomarlos.
¿Tenía que hacerlo? No, pues sigo igual que hace un año y hasta mejor con todo lo que he hecho alternativamente por mi cuenta. Mi condición de dolores muy bajos y otros síntomas ligeros, ayudaron a tomar esa decisión que sólo la medicina funcional me sugería.
Así, dejé inmediatamente los medicamentos que estaban comprometiendo mi salud y me salvé de un año de químicos venenosos y dañinos. No sólo mi cuerpo sino también mi psiquis.
De nuevo hago énfasis: no es que no esté de acuerdo en que muchas mujeres con artritis severa no los tomen, ya que entiendo que, en este momento eso es la que las mantiene; en lo que no estoy de acuerdo en que los médicos no exploren alternativas menos severas y sobre todo holísticas.
¿Qué no les ha dado, aunque sea un poquito curiosidad saber qué pasa en el mundo alternativo que hoy en día arroja mucha información al respecto?
Yo fui una mujer que tenía todavía una opción que no era agresiva para buscar alternativas para sanar, y ni un solo médico lo supo ver y menos sugerir.
Reumatólogos, no tienen idea de los síntomas que aglomera un espectro autoinmune temprano
He logrado entender muchas cosas y perder mucho el miedo después de un año de leer e investigar y de moverme hacia otras alternativas. En consulta, jamás me hablaron de estrés oxidativo, inflamación crónica, problemas digestivos, infecciones como SIBO y cándida, toxicidad medioambiental, mucho estrés, todo ellos como posibles causantes de autoinmunidad.
EN mi caso el problema digestivo aumenta dolores y fatiga, es una señal importante para voltear a ver, sin embargo no lo hacen.
La primera reumatóloga que vi me calló antes de terminar la pregunta diciéndome: “A ver, es que, cómo te lo explico, porque seguro no vas a entender”, cuando le pregunté sobre algo específico de los anticuerpos. No te quieren explicar nada, solo recetar y eso es muy cuestionable de una profesional que debe educar a su paciente de una enfermedad de la cual, de ahí en más, debe saber todo.
Algunos pensarán que estoy en campaña contra el sistema médico, puedes verlo desde tu perspectiva, la mía es que siento esa necesidad de decir lo que he visto y siento el compromiso de hablarlo para ver si arroja en algún rincón, información que pueda cambiar el panorama de quien sea. Si es médico replantearse su ejercicio y si es paciente replantearse su tratamiento.
Muchas mujeres en mi estado de avance de autoinmunidad pueden bajar perfectamente bien algunos síntomas con una logística funcional para no dañar órganos con un medicamento que, ellos saben bien que no hay vuelta atrás una vez tomado: pueden “atontar” tu sistema inmunológico para bajar actividad autoinmune y entrar en “remisión”, pero eso significa que en cualquier momento va a volver, si ese problema no se está abordando de raíz, y suele volver más agresivo. Lo vi con mi madre.
Yo tengo una predisposición a la enfermedad, pero ésta no puede avanzar sino le doy alas. ¿Y qué puede ser eso? Tu medio ambiente: lo que le das de comer a tu cuerpo, cómo lo digieres, el manejo de tu vida emocional, otros padecimientos ya preexistentes y la relación que tienes con las toxinas de los lugares en los que habitas.
¡Como me encantaría que eso fuera lo que, a primera instancia, te dijera un reumatólogo cuando lo ves por primera vez!
El sistema médico no es empático
Yo salí llorando cuando visité por primera vez a la primera doctora que vi porque, junto con la carga de saber que tenía lo mismo de lo que mi madre murió, ella me dijo que, si bien no es muy probable que yo muriera de artritis, sí del corazón.
Volteaba los ojos cuando preguntaba dudas, y no hizo para nada un cuadro clínico importante que le arrojara otras posibles causas de esos dolores que traía y que hoy deduzco, son parte de mi entrada a la menopausia. Me prescribió una inyección cada seis meses de cortisona, e inmunosupresores. No los tomé porque algo me dijo que inyecciones NO. El segundo reumatólogo hizo lo mismo, pero en menores dosis y en pastillas y aún así, fue la peor pesadilla para mi por dos meses. No lo deseo a nadie.
Me hace replantear tanto estas ejecuciones tan faltas de ética y cuidado porque tuve aparte otra reumatóloga, que, aunque más amable y todo, me siguió recetando medicamento, aunque menos agresivo, aún y que yo nunca presenté valores de inflamación.
Tres médicos y seguía sin oír algo como: “pues vamos a aprovechar que no hay valores de inflamación; haz esta dieta para que nutras tu cuerpo; deja de comer esto y come esto; toma estos desinflamatorios naturales, haz ejercicio, medita, ve cómo andas de vitaminas y minerales, alergias, infecciones y todo eso sánalo.”
Bueno, eso lo hace un médico funcional y no veo porqué ellos no puedan hacerlo también.
La última doctora, aparte me prescribió fosamax en niveles de osteopenia en mis huesos. Eso es casi negligencia. Eso sólo se receta, según una endocrinóloga que estoy viendo, cuando eres muy viejo y con una osteoporosis muy severa.
Los efectos secundarios del fosamax son muy importantes en los huesos que, si todavía están sanos porque con osteopenia siguen siendo sanos y fácil de revertirla, pueden empeorar el estado de tus huesos. (Compré el libro “Better Bones” que tiene excelente información sobre el tema osteoporosis y las malas jugadas del sistema médico prescribiendo tan mal un padecimiento que puede sanarse en muchas situaciones, de manera holística.)
Verte sola te orilla a ser autodidacta de tu salud
Pero volviendo al tema. Viendo el bien oculto de esto, me ha orillado a ser autodidacta y estudiosa del tema por mi cuenta. No es que sepa mucho pero sé demasiado a comparación de en mis épocas de depender únicamente de médicos. Ya dejé de verlos con ese paternalismo que sólo te hace depender de personas que no saben la naturaleza de esta enfermedad en el cuerpo, porque NO la padecen.
¿Qué estoy haciendo yo para mantenerme fuera de un espectro de autoinmunidad? Si ya me sigues, verás que estoy en una dieta donde restrinjo alimentos inflamatorios y suplemento mi cuerpo, hago ejercicio y trato de manejar el estrés lo más que pueda.
Trato de mantenerme positiva en lo que hago no pensando en posibles golpes bajos de una enfermedad que aún no conozco del todo, aunque en este momento esté en la perimenopausia con altibajos que me hace ver seguido esos demonios. Trato de moverme aún con ellos a un lado y seguir mi objetivo.
No soy médica ni tampoco nutrióloga, aunque me gustaría estudiar algún diplomado en nutrición, (creo que estoy amando mucho compenetrarme hacia el conocimiento de mi propio cuerpo que, espero eso traiga buenos resultados en mi lo que resta de mi vida). Ahora estoy simplemente documentando mi experiencia y comparto mis ideas y aprendizaje que, no la propongo como ruta específica a seguir para nadie, pero sí, como una ventana que pueda abrirse para algunos.
Tratar la artritis o síntomas relacionados de manera alternativa y funcional, no es fácil porque te orilla a hacerte muy responsable de tu enfermedad, la cual, ni los reumatólogos hoy en día saben llevar adecuadamente.
No es como tomar medicamentos tradicionales que sólo es eso y ya, acá tienes que estar sujeta a prueba y error por un buen tiempo determinado para empezar a hacer que tus células vuelvan a la vida y tu sistema inmune vuelva al equilibrio. Es fantástica la manera en que vas conociendo el lenguaje de tu cuerpo aunque esté en dolor.
A esta fecha, llevo casi una semana haciendo de nuevo la dieta de eliminación del protocolo autoinmune de la medicina funcional, que puedes leer el artículo al respecto aquí. La hice hace un año, pero por ser primeriza en el tema, no la hice muy bien. Ahora tengo ya más recursos con los que puedo moverme más fácil y sin el típico “no sé qué comer” que al principio golpea mucho porque piensas que, dejar de comer tu alimentación habitual (y dicho sea de paso, inflamatoria), te tendrá en ayunas, pero te sorprenderá ver que no es así.
Estoy trabajando en recetas para subir en mi blog, esto me orilla a seguir comprometida con mi salud y a compartir en mi blog lo que tenia pospuesto desde hace tiempo por mucho trabajo. Como le he mencionado reiteradas veces, espero ser sólo un parteaguas con lo que me nace hacer como terapia en este blog, y si así es, que encuentres tu también con tus propios recursos, la salud.
Se tenía qué decir así, y se dijo.
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