Este es mi segundo post de la serie “Rompiendo Tabús” dentro de mi blog. Serie de artículos para esta sección que pensé no vendrían mal sacar a la luz porque, si eres una mujer con artritis reumatoide, propensa a enfermedades autoinmunes o crónicas, esta sección puede ser una llave para abrir misterios sin resolver en tu enfermedad. Te adelanto que es una lectura larga, no pude resumirla y de hecho, hay mucho más qué se debe estudiar para comprender este tabú.
El tema principal se centra en dejar de hacer de esta transición nuestra como mujer, un secreto, porque eso nos limita en conocimentos a la hora de buscar soluciones para aliviar nuestras crisis de dolor. Es concientizar lo importante que es nuestra salud hormonal como mujeres con autoinmunidad, como para tenerla en un cajón empolvada. No se trata de darte soluciones para tus hormonas, eso tendrás que investigarlo muy seriamente tú, si quieres integralmente sanar mejor tus dolores artríticos.
El tabú de la menopausia
Nuestro tema tabú de hoy, es sobre la menopausia. Un tema lamentablemente en pañales en la comunidad de las mujeres. Lamentable, porque, de ser un tema dominado como debe ser por la medicina y las mujeres, sería la llave para la salud que abre otras puertas importantes para evitarnos padecimientos y medicamentos, cuando llegamos a la mediana edad.
Pero es uno de los tabúes que siguen persistiendo hoy en día, que, a mí, como mujer en los 50, también me ha tocado descifrarlo, casi creo, con códigos secretos.
Como mujer seropositiva de artritis reumatoide, transformarme en una exploradora insaciable de soluciones para mi salud, me llevó a este tema de la menopausia, descubriendo que, es más serio de lo que pensaba y que debo conocer de forma esencial, si quiero realmente encontrar balance en mi salud inmunológica. Y de hecho, en mi salud integral. Pero, es triste ver cómo no existe una verdadera difusión del tema que esté libre de prejuicios e ignorancia.
Es triste sabernos en un siglo muy avanzado, en una era donde la tecnología nos rebasa en avances y seguir portando un cuerpo del que no conocemos ni sus funciones más básicas.
Pero, qué es la menopausia
La menopausia es un punto en el tiempo 12 meses después del último período de una mujer. Los años previos a ese punto, cuando las mujeres pueden tener cambios en sus ciclos mensuales, sofocos u otros síntomas, se denominan transición menopáusica o perimenopausia.
La transición a la menopausia suele comenzar entre los 45 y los 55 años. Por lo general, dura alrededor de siete años, pero puede durar hasta 14 años. La duración puede depender de factores del estilo de vida, como fumar, la edad en que comienza y la raza y origen étnico. Durante la perimenopausia, la producción corporal de estrógeno y progesterona, dos hormonas producidas por los ovarios, varía mucho.
La transición a la menopausia afecta a cada mujer de manera única y de varias maneras. El cuerpo comienza a usar la energía de manera diferente, las células grasas cambian y las mujeres pueden aumentar de peso más fácilmente. Puede experimentar cambios en la salud de sus huesos o corazón, la forma y composición de su cuerpo o su función física.
Todo esto sucede de forma natural y no es por un problema de desequilibrio hormonal por enfermedad, pero en este punto, justo suelen nacer complicaciones de salud derivadas de este declive hormonal que pueden volverse graves, si no se sabe gestionar bien este proceso en la mujer.
No somos seres “hormonales”: somos mujeres
En la mujer, el conocimiento básico sobre hormonas, es vital, y debe ser un tema explorado desde edades muy jóvenes, porque, de la salud hormonal, depende muchísimo nuestra salud integral como mujer, incluyendo el conocernos emocionalmente.
Eso nos haría entender de una manera objetiva y amorosa nuestros altibajos, que no son más que un producto de nuestro ciclo menstrual, que varía mucho dependiendo la fase en que nos encontremos. Conocernos, contribuiría a dejar a un lado la forma despectiva de entendernos como “seres hormonales”. Somos realmente cambiantes, y tener justamente esta característica, nos hace tener un cuerpo realmente asombroso.
Esta cultura de desinformación que se ha transmitido de generación en generación con respecto a nuestra femineidad relacionada con las hormonas, debe terminar porque, es uno de los factores que crea confusión y precisamente, tabús, generando a su vez un maltrato, no respetándose esta característica cíclica y poderosa de la mujer, que, en tiempos antiguos, hasta era considerada como algo sagrado.
Pero, aunque ya haya más apertura del tema gracias a las redes de comunicación actuales, como mujeres, preferimos seguir hablando de esto bajo un hermetismo absurdo, manteniéndonos todavía bajo un nivel de desinformación, casi a propósito, y con ello, sin cultura preventiva alguna que nos ayude a llegar a la menopausia con herramientas poderosas de salud.
Por qué es un tabú la menopausia
Sé qué te sorprenderá, pero a su vez, me darás la razón. La menopausia es un tema tabú porque se trata de una crisis de la mediana edad que se deriva de estereotipos diseñados en nuestra cultura donde, ser joven, es ser alguien servible para un sistema que conduce la norma a seguir. Es por esa misma razón que, incluso, muchas mujeres prefieren no decir su edad.
Cuando la mujer ya llegó a la menopausia, se siente vieja, y ante esta cultura de estereotipos fijados, no lo va a aceptar fácilmente, sobre todo cuando existe competencia en su entorno con otras mujeres de, a ver quién “luce mejor”. No se habla fácilmente de que se llegó a la menopausia, porque hablarlo es aceptar que “ya no sirve” para el sistema, “ya no sirve” como mujer, ya “es vieja” es aceptar que incluso, ya no es lo mismo con su pareja.
Dentro de esta cultura, el hombre, como pareja de la mujer, juega un papel importante para que este tabú se convierta incluso en una pesadilla dolorosa para ella cuando empieza a ser rechazada por él.
Triste que, para muchas mujeres, esa sea su idea de la realidad que debe vivir a su mediana edad. Todo esto, debido a la desinformación que, incluso, dicta que a esta edad, ya no debes ni tener el útero, “¿para qué?, ya no sirve, ya cumplió su función”, (palabras literales de un ginecólogo hacia mí, en consulta).
Menopausia y sexualidad
Aceptar estar en esta transición, es aceptar que sexualmente “no se funciona”. El tema menopausia, involucra sexualidad, hablar de sexualidad, es un tabú per sé, pero esta vez con el ingrediente de que, aceptar que la menopausia te ha llegado, es aceptar que se te fue ‘ese’ tiempo ya.
Entonces, esa es, si no la única, una de las principales causas de que la menopausia sea una mentira vendida a través de la historia como un tema prohibido, en vez de realmente entenderse como una época de esplendor para la mujer. Una época de oro y de libertad.
¿Será un castigo implantado a propósito?
Todo el tema ha sido contado por nuestras abuelas, madres o tías, casi como “cuenta la leyenda”, es decir, como un cuento, y uno prohibido, no como algo que involucrara naturaleza, biología y salud. Soluciones de qué hacer ante malestares, son casi siempre por dichos. La menopausia siempre fue sinónimo de “achaques”, “bochornos”, “mal humor”, “dolores”, “vejez”, “frigidez”… ¡Claro!, cómo ibas a ventilar que ya empezabas a ser parte del club.
Tabú y algo más, en el consultorio
Ahora. No solo entre grupos de mujeres, también dentro del consultorio (a menos que sea una doctora o doctor ginecólogo con el que estás consultando específicamente sobre esto), será muy baja la posibilidad de que, tu gastroenterólogo, por mencionar un ejemplo, vaya a preguntarte sobre tu vida hormonal para descartar posibles causas de tu intestino inflamado, algo muy habitual en la menopausia.
Es decir, un médico generalmente no le da la seriedad que se le debe dar a la mujer en relación con su vida hormonal, cuando va a consulta. Algo tan importante debido a que, hoy en día, la mujer es muy susceptible a desajustes hormonales. Un desajuste hormonal desencadena muchísimos padecimientos digestivos, psiquiátricos, reumáticos, dermatológicos, inmunológicos, cardiacos, renales, hepáticos, oftalmológicos, óseos, bucales, ginecológicos, que, es extraño que un médico no lo sepa.
Entonces, no puedo más que pensar que, un médico en consulta que no tome en cuenta a las hormonas en desequilibrio o declive natural como eje principal de dolencias, y no derive a pacientes con médicos con más entendimiento en el tema en vez de atiborrarlas de medicamentos inútiles, es porque a esos médicos no les importa un bledo la vida hormonal de una mujer.
La mujer tampoco lo habla claramente por vergüenza, entonces, él te prescribe pastillas para el dolor, para la inflamación, para el insomnio, para las alergias, para los quistes, para la ansiedad, para el dolor en articulaciones, para el reflujo, para las hemorragias menstruales, para la incontinencia urinaria, tú las tomas, y caso cerrado. Un caso que al contrario, nunca quedará cerrado.
Una ginecóloga me niega el acceso a saber sobre mi transición de la mediana edad
Tuve una experiencia con una ginecóloga en mis plenos 52 años. Una edad real de declive hormonal, ¿no? Una edad donde ya muchas mujeres tienen incluso años siendo postmenopáusicas. Aún y que ella misma es especialista del tema, y me removió un fibroma o mioma submucoso que me causaba hemorragias, me contestó esto al estilo “madre regañona” después de hacerle preguntas sobre mi estatus peri menopáusico: “¿pero de qué me hablas? No, no, no, tú no estás en la perimenopausia, ni menopausia, ni nada, tú estás bien.”
Claro. Con eso se quitaba de encima, una media hora más de consulta.
Yo misma sabía que lo estaba, pero requería orientación de qué hacer. Había hecho mis propias investigaciones, y me enteré haciendo una revisión de mis síntomas de años, que era perimenopáusica desde los 40, siendo los fibromas una de los síntomas principales de una mujer en esa transición. Ella, tristemente, me negó el acceso a SABER como tantas médicas ginecólogas de hoy en día.
Pero una de las razones por las que sucede es, primero, por la nula metodología de una buena comunicación entre médico y paciente, donde la ética médica cuenta mucho y dos, la falta de conocimiento para explicar lo que nos sucede como mujeres, y eso sí es lamentable.
No saber cómo explicar lo que sientes en determinados días del mes, no llevar el récord de cuándo son los días que menstruamos, qué días ovulamos, qué días somos fértiles, el nombre de las partes de nuestro aparato reproductivo, ya no debe ser posible. Eso hace que, como pacientes y mujeres, quedemos como eternas ignorantes y así nos traten estos médicos, que, al ellos tampoco hacer su tarea de cómo respetar a su paciente, la desinformación se hace un monstruo de mil cabezas.
¿Te identificas?
Hormonas sintéticas en la menopausia teniendo artritis y osteoporosis
Por cierto: me enoja mucho que traten a sus pacientes como muchachas ignorantes. Tengo en el récord a varios doctores así. Existen otros que tratan mejor, pero siguen viéndote como cliente y no como paciente, dándote las soluciones más tradicionalistas en medicamentos que, traen más efectos secundarios que soluciones.
Por ejemplo. Las hormonas sintéticas en la menopausia son la opción número uno de muchos médicos que las prescriben sin siquiera hacerte un historial clínico y ver si eres candidata, o a veces sí, pero “qué importa, ya iremos viendo como te va”. Que llegues muy ignorante y con pena al preguntar al consultorio, es aprovechable para aquellos que solo saben vender su producto, sobre todo si son hombres que nunca pasarán por lo que pasamos nosotras.
En mis comienzos cuando estaba en búsquedad de soluciones que no fueran tan invasivas y no sabía mucho de nada, consulté a una médica endocrinóloga para plantearle mi estatus en densidad ósea. Yo, iba con la idea, porque lo había leído, de ver si era posible de tomar por un tiempo terapia hormonal para ayudar a que no siguiera avanzando la osteoporosis, mientras hacía todo lo demás que ya estaba haciendo en favor de mis huesos. Surgirán ocasiones en que debes considerar el costo-beneficio de las medicinas y en esta ocasión estaba dispuesta a ver si, tomar esta terapia me ayudaba.
Yo tenía que gestionar que no me avanzara la osteopororsis mientras gestionaba que los autoanticuerpos de la AR no siguieran subiendo, había restringido mucho mi dieta y eso me tenía entre la espada y la pared. También, tenía qué seguir gestionando mi recuperación de la operación que me hicieron para extraer los miomas uterinos que me habían causado una gran anemia. Es decir, un supercombo de cosas realmente complicadas.
Terapia hormonal en pastillas lo peor para el intestino
La médica, sabiendo mi estatus (que ya veo no supo cómo gestionarlo desde su profesión) me recetó, según ella, un buen producto y en bajas dosis. No sabía que eso me iba a traer una inflamación intestinal de miedo, pero no saberlo se justifica en mí porque YO NO SOY MÉDICA, pero ella sí. Ella, debió haber entendido como endocrinóloga, que no era buena idea con mi cuadro ya establceido de intestino inflamado y de fibromas uterinos en proceso de sanar, tomar terapia hormonal y menos en pastillas.
Es bien sabido que trae efectos secundarios en mujeres suceptibles a problemas en el intestino, y yo no podía tener mi intestino más comprometido en ese momento. Por otro lado, los estrógenos, aunque hayan sido en bajas dosis, me causaron un sangrado leve, de nuevo, pero que no cesaba.
Te comparto esto para que te animes a salir de la completa ignorancia que nos tienen estos tabúes. Debido a que eres una mujer con problemas autoinmunes y seguramente otros, como yo, debes estudiar mucho y hacer más investigación pero: las hormonas sintéticas, sobre todo ingeridas, son lo peor para el intestino.
Una mujer con mi cuadro: artritis y miomas, no es candidata a terapia hormonal sintética que incluye estrógenos, y menos en pastillas. Esto te lo paso, “al costo”, porque a mí, me costó muchas noches sin dormir y días de mucha preocupación no saber qué hacer, hasta que supe y aún sigo en la búsqueda.
Vi a más de diez medicos y médicas que, entre que me prescribieron mal para la AR, entre que me querían quitar mi útero y dar de por vida medicina para la osteoporosis, decidí yo poner manos a la obra. Después de todo, nadie iba a conocer mejor lo que le estaba sucediendo a mi cuerpo mas que yo. (En mi próximo e-book comparto las soluciones que he tomado para mi salud en estas áreas de salud que he tenido que trabajar muy duro y constante.)
Si sufres de autoinmunidad, te sugiero que, si te prescriben terapia hormonal sintética, lo estudies bien, hagas un costo beneficio de tu caso, y sepas si realmente ayudarán a un problema mayor ginecológico u óseo por el que estés pasando (comúnmente no ayudan), y suele agravar aún más todo, incluso a corto plazo. Y si sufres de artritis y osteoporosis como ha sido mi caso, tu intestino merece todo tu cuidado.
El tabú de la menopausia esfuma la cultura de la prevención
Pero retomando el contexto de la menopausia como tabú, es ridículo que lo sea por hechos tan absurdos, pero es que un tabú siempre nace de absurdos, de prejuicios de la cultura. Es lamentable porque esto genera una brecha enorme por donde se esfuma la cultura de prevención que salva vidas.
No lo hablas y entonces te pierdes de mucho conocimiento básico que puede hasta salvarte la vida. Podrías saber qué es lo que está yendo mal con tu cuerpo; podrías buscar alternativas a tu salud mental que no sean ansiolíticos; podrías mejorar tu dieta para aliviar tus problemas crónicos intestinales en vez de estar tomando antiácidos todo el momento; podrías darle otra oportunidad a tu vida con tu pareja entendiendo los dos, el proceso mucho mejor, él, entendiendo la menopausia por primera vez como debe ser, y tú también, y con base en eso, saber los porqués de esos cambios repentinos en la libido que hacen dolorosas a veces las relaciones.
Tratamientos naturales están esperándote para ser usados. Hay solciones.
Podrías buscar cualquier tipo de ayuda porque sabes que no es nada por lo que tengas qué avergonzarte, porque, TODAS pasamos por situaciones parecidas en esta etapa.
Pero lo que es mejor para ti y para mí como mujeres con autoinmunidad es que, podrías pasar por menos dolores artríticos si aprendes a gestionar muy bien esta etapa de mujer, en vez de seguir taponando con medicación crisis de dolores que muchas veces son derivadas de tu ciclo hormonal, pre y posmenopáusico.
Gestionar tu vida hormonal antes, durante y después de la menopausia es vital si tienes artritis
Para que tengas una idea del porqué debes empezar a gestionar tus hormonas: Las hormonas son mensajeros químicos que tu cuerpo libera naturalmente en el torrente sanguíneo para regular funciones al interactuar con receptores específicos. Contrariamente a la creencia popular, las hormonas estrógeno, progesterona y testosterona no son solo para tu sistema reproductivo. Solo el estrógeno cumple más de 400 funciones importantes en el cuerpo, entre ellas, actuar como un antiinflamatorio.
El equilibrio entre ellas trae armonía a tu salud física y emocional. El equilibrio hormonal significa tener la cantidad justa de cada hormona y con ello, tener un cuerpo sano y resistente.
Es por eso que, en desequilibrio, esta importante hormona junto a otras hormonas, ya sea por causas naturales (menopausia) o no, repercute muchísimo en nuestra salud, y como mujeres con dolores artríticos, en sí tendremos más o menos dolor.
Triste no saber qué fases compone tu ciclo menstrual
Palabras como, “fase folicular”, “fase lútea” “ovulación”, todas fases del ciclo menstrual donde ciertas hormonas dominarán más que otras según sea la función que se esté cumpliendo, son conceptos que, hasta hoy en día, son completamente desconocidos para el 95% de cada grupo de mujeres en la mediana edad, y es vergonzoso que un porcentaje muy pobre también de mujeres, conozca de qué está compuesto su aparato reproductor y el nombre de sus hormonas.
Tampoco les es habitual entender a la mujer conceptos como “perimenopausia”, “menopausia” y postmenopausia”, y realmente molesta mucho que los mismos médicos sean los que se encarguen de malinformar a su paciente diciéndoles que, ni se preocupe que a sus 40 pueda estar manifestando síntomas de menopausia porque “estás muy joven aún para eso, tienes tu perfil hormonal muy bien, ni te preocupes, te queda mucho para eso”.
Pues no. Así no es. Puede quedarle mucho para la menopausia pero puede estar manifestando ya síntomas que le durarán años hasta la menopausia oficial. Eso es claro ejemplo de que ya está manifestando deequilibrios que necesitan ser solventados, y no esperarse años sin tratarlos porque “la menopausia aún no llega”. Conocerse es importante en estos años, para ser uno misma la que gestione mejor todo en vez de dejarle el asunto a un médico que ni siquiera menstrúa, o a una médica joven en sus 30 que no conoce realmente la sintomatología de la perimenopausia.
Ir hacia el autoconocimiento de cómo funcionamos hormonalmente en cada una de nuestras etapas como mujer, es clave. Eso evita enfermedades futuras.
Tengo 55 años y nunca fue un tema de fácil acceso para tocar entre amigas. Un tema de verdad indispensable a tocar entre mujeres porque es desde ahí donde muchas dudas se empiezan a dilucidar. Saber cómo funcionamos hormonalmente es entender cómo funcionamos física y emocionalmente. Es, entendernos como mujer.
Gestionar las hormonas desde la adolescencia
Por eso, al tema hormonal se le debe gestionar con conocimiento de causa desde la adolescencia. Debe ser enseñado como algo sagrado en la mujer que debe ser cuidado religiosamente, porque, dependiendo de cómo gestiones tus ciclos menstruales desde joven, es como se desarrollará tu vida hormonal en la mediana edad. Hoy en día, es casi normalidad que las chicas desde muy jovencitas muestren problemáticas ligadas a las hormonas. Así es que, si tienes hijas, ve tomando nota.
En este tema, como mujeres, nadie nos sacará de dudas más que nosotras mismas. Si buscas ayuda, que definitivamente la necesitarás, busca mujeres doctoras en la mediana edad porque son las que mejor te entenderán, nada más deja bien en claro que no vas a ser tratada como cliente sino como paciente y ve, de antemano, ya informada con literatura sobre el tema.
Te sugiero buscar a endocrinólogas o ginecólogas especializadas en menopausia que sepan escuchar y que sean amigable con la medicina holística (recomendada, es mejor y de mediana edad) porque por ahí se puede partir para descartar causas y para no llenarte de medicación inútil por meses o años. Muchas veces la respuesta será sobre hormonas, incluso si parece un problema de gastroenterólogo o de reumatólogo y hasta de psiquiatra.
Es así que, uno de los primeros pasos hacia gestionar una mejor salud de tus articulaciones y huesos, es sacar a la menopausia del tabú. Y no solo a la menopausia, si eres joven con autoinmunidad, debes sacar también estos temas sobre sexualidad, hormonas y reproducción fuera del baúl porque te convendrá más adelante.
Es común que mujeres de todas las edades que padecen autoinmunidad, en nuestro caso, artritis reumatoide, tengan sus hormonas en desequilibrio, ya sea por edad o no. Puesto de otra manera: si tuvieras las hormonas en equilibrio, es muy difícil que sufras de enfermedades. Piensas que es “la artritis” la causa de tus dolores más fuertes, y acá está siendo otro evento lo que hace que tu artritis sea más difícil de llevar.
No solo este evento en la mediana edad de la mujer potencia la autoinmunidad. También sucede siendo aún joven. Es difícil que una mujer joven con AR tenga sus hormonas en balance, pero como puede contar con ellas todavía, si son equilibradas pueden ser su mejor medicina.
Con artritis en la menopausia no puedes estar sin una dieta antiinflamatoria de por vida
La mujer promedio con autoinmunidad no lleva ningún protocolo desinflamatorio en sus herramientas de curación, solo medicamento. Debes estar consciente de que la medicina, es solo una ayuda pasajera para no torcer articulaciones y para no hacerte sufrir de dolor. NO ES UNA CURA.
Si no sabes que la verdadera cura o control de la enfermedad es cambiar tu estilo de vida, en donde incluyas entre otras cosas el manejo de herramientas para balancear tus hormonas, no podrás conseguir estar en remisión por largos períodos de tiempo. Regresarán las crisis muy seguidas.
Yo, a mis 55 estoy muy cerca de estar en la menopausia aunque, este es mi primer mes apenas sin menstruar pero con posibilidades de que el mes próximo, haga de nuevo su aparición. Pero sé que ya estoy dentro porque, este mes ha sido realmente muy fuerte para mi en malestares. Dolores que habían estado muy controlados como para no tomar medicinas y moverme como me he movido, se acentuaron mucho y llevo casi una semana con dolores que no me permiten moverme como deseo.
Sin embargo, sé que mi dieta rigurosa que llevo desde hace años ha permitido que, lo que más temo se active, que son los anticuerpos CCP´s de la AR, esos sí los tenga bajo control y pareciera que estos dolores son por este declive estrepitoso que estoy teniendo y que, ser propensa a la artritis no me salva de tenerlos.
Creo, más bien, estoy segura que, este ritmo de vida que llevo me está ayudando a que no esté realmente mal en este momento. Y como les he dicho más arriba, estaré compartiendo mi diciplina de cosas que yo hago para mantenerme aún sin medicinas en mi próximo e-book.
Medicinas reumatológicas contribuyen al desequilibrio hormonal, lamentablemente
Debes estar consciente de que las medicinas reumatológicas son un factor que contribuye al desequilibrio hormonal. Son químicos. Sí, tienen sus ventajas, pero momentáneas, no son ninguna cura y debes conocer todos sus efectos secundarios para saber cómo mitigarlos. Pero si no estás llevando nada que le haga contrapeso a tus síntomas de inflamación y dolor, lamentablemente la medicina, por más insólito que se oiga, solo estará contribuyendo más a engrandecerla.
¿Ya te diste cuenta por qué mantener tabúes que tengan que ver con salud no es nada bueno? Puede que pienses que no ha sido un tabú para ti, pero sí podrás aceptar que, no saber casi nada sobre esto, es porque tú también has sido una víctima de la ignorancia que este tabú ha traído para nosotras.
Hagamos que nuestra descendencia, hombres y mujeres, rompan absolutamente con este tabú en pro de su salud y libertad.
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