Escribir mi historia que abarca el aspecto de salud en mi vida, es complicado. Llegar a un diagnóstico final fue un camino largo y de confusión, pero trataré de resumirlo tocando temas que son vitales dentro de mi travesía de salud y que me ha llevado a ir descubriendo las posibles causas raíz de mi padecimiento.
Este descubrimiento me ha tomado más de 10 años llegar a completarlo como está ahora, aunque quizás aún haya más respuestas por venir.
El trayecto de llegar a entender lo que llevó a mi cuerpo a donde está, no es fácil, y aunque la medicina moderna debió haberme orientado más, he entendido que mi salud es mi responsabilidad.
Llegué a entender que, para conseguir mi salud, era vital conocer mi relación cuerpo-mente, porque el cuerpo obedece no sólo a cuestiones genéticas sino a la propia historia que uno como individuo ha llevado a cabo y que, sin duda alguna, causa efecto en el organismo. Ha sido una misión que nunca pensé que iba a tener. Una misión de hacerme responsable de mi propio cuerpo y tomar las riendas de mi salud.
Experiencia personal
Antes de seguir, quisiera mencionar que, este blog y la información que aquí comparto no es en nada, derivada de recursos científicos oficiales. Yo no soy médica. Todo lo que comparto en este sitio es experiencia y proyecto personal derivado de mis propios recursos de investigación.
No es una guía para seguir, sin embargo, espero que lo que hoy te comparto, sea el parteaguas que pueda llevarte a descubrir las posibles causas raíz también de tu enfermedad.
Decidí ser un libro abierto en esta experiencia de vida, primero que todo, por un trabajo de autosanación, y segundo, si esto puede generar conciencia y ser una ayuda para aquellos en las mismas condiciones, estoy más que satisfecha con este proyecto.
He escrito anteriormente sobre mi travesía de salud, sin embargo, cualquier persona que esté pasando por padecimientos o enfermedades que engloban un conjunto de síntomas que son muy difíciles de definir, podría entender más cuando digo que pueden pasar años hasta que, no un médico sino un valor en los análisis es lo que define el diagnóstico o diagnósticos de manera más certera.
Lamentablemente, la mayoría de las veces, un poco tarde para poder hacer reajustes que te lleven más rápido a recuperar la salud.
Sin embargo, si eres alguien que padece alguna enfermedad autoinmune, que hoy en día, asombrosamente registra índices más altos que nunca y en personas de todas las edades, quiero decirte que hay esperanzas, y que podrías llegar a revertir tus síntomas y mantenerte en remisión con cambios en dieta y estilo de vida si te comprometes a hacerlo con disciplina.
Urge una medicina moderna integral
En mi camino de entender lo que me pasaba, era difícil encontrar apoyo y entendimiento pues, siempre parecía que estaba “todo bien” por fuera y los análisis decían que todo estaba normal, lo que hacía, incluso, que hasta el médico me dijera que era mi propia imaginación o estrés.
Y tus relaciones más cercanas pudieran haberte visto como un completo holgazán por siempre buscar la cama para calmar la fatiga o no tener ganas para hacer nada frecuentemente.
Fue en este año y después de 10 años de lucha por entender lo que me pasaba o hacia qué apuntaba, que un valor específico en mis análisis me ayudó a saber, con más claridad, lo que mi cuerpo ha estado defendiendo, y que, comprometerlo todo este tiempo, sin una solución realmente óptima, lo llevó a desarrollar los anticuerpos de una enfermedad autoinmune que podrían definir hacia dónde podría llegar, si no hacía nada al respecto.
Los anticuerpos cícilicos citrulinados y la artritis reumatoide
Eran los Anticuerpos Cíclicos Citrulinados (CCP) que enviaban una señal de Artritis Reumatoide (AR), misma enfermedad que hizo morir a mi madre en el año 2016 pues se le desarrolló fibrosis pulmonar a partir de ella. ¿Puedes imaginar el shock que me causó esta noticia?
Sin embargo, no es sólo eso, no es que precisamente eso era lo que ahora descubría que padecía, en definitiva. Eso era sólo una consecuencia de algo mayor que no había sido solventado porque nadie fue capaz de hacerlo cuando buscaba ayuda.
Es tan compleja la autoinmunidad que, descubrir que mi cuerpo empezó en algún momento a desarrollar anticuerpos para artritis reumatoide, me hizo aprender mucho más sobre cómo funcionan los desequilibrios que conducen a un estrés oxidativo y que a su vez conducen a enfermedades crónicas, como las autoinmunes.
Antes de que mi madre fuera diagnosticada de AR, ya tenía yo tiempo viviendo los dolores de la inflamación por años. Ya tenía conocimiento sobre a lo que podría conducir una inflamación crónica y tenía antecedentes sobre algunas cosas que tenía que dejar de hacer y comer, y sobre otras dietas que me podrían ayudar.
Sin embargo, y como he mencionado, cualquiera que ha pasado por esto me daría la razón: si no tienes la dirección de un buen médico, sobre todo humanista, es difícil que tú solo y rápido lleves a remisión tus síntomas con conocimiento de causa, sobre todo cuando no sabes que esto puede empeorar aún más.
Por eso, es fecha aún que sigo leyendo e investigado como alguien hambriento que apenas come después de días de no hacerlo.
La profesía se hizo realidad
El haber presenciado la enfermedad de mi madre me hacía verla como una profecía a punto de cumplirse. Y se cumplió. Pero, entendí que todo esto puede revertirse, y la genética sólo juega un 25 % en el trabajo de haber adquirido una enfermedad.
Al menos en las enfermedades autoinmunes así es, y un 75% es debido a factores ambientales como la dieta, las toxinas, el estrés, las infecciones y un intestino permeable, básicamente.
Ver como ella sufría dolores profundos, y ver el cambio drástico de estar bien a totalmente vulnerable en manos de esos medicamentos que sólo le empeoraron su condición, me hizo pasar por una oscura noche al saber mi propio diagnóstico que me condujo a un miedo y a una total devastación emocional que, aun sabiendo que la medicina tradicional era realmente monstruosa, me puse en manos de ella.
Pero, lo que sucedió después, me hizo abrir aun mas los ojos para posterior y definitivamente tomar este asunto con mis propias manos.
Mis valores eran negativos y siguen siendo negativos para los más importantes análisis del perfil reumatoide y otros valores, pero sólo el CCP es el que, en este año ya dictaba un valor arriba de lo normal.
En este momento, los anti CCP son valores definitivos dentro de la medicina tradicional para el diagnóstico de artritis reumatoide sin importar los otros valores y sin importar tanto los síntomas: una vez que se sabe que tu cuerpo está creando estos anticuerpos es seguro que tienes la enfermedad en forma latente o si los síntomas son evidentes, de forma presente.
Empezó como una “fibromialgia”
Mis síntomas no eran precisamente de artritis reumatoide y es que, en mi caso, mis síntomas que habían sido por más de 10 años eran la antesala a algo que podría ser peor si no se detenía. Fueron evolucionando hasta llegar a esto. Podría decirse que todos estos años de dolor, eran una inflamación crónica con sus respectivos efectos.
Yo empecé con dolores específicos en mi cuerpo: en la lumbar, en la cervical y en los pies. También la fatiga y problemas de índole digestivo empezaron a ser crónicos. Luego la sintomatología fue creciendo a reacciones alérgicas poco comunes, niebla cerebral, poca concentración, dolores en otras partes específicas del cuerpo, etc.
En consulta y con mis valores de laboratorio en sus rangos normales, se limitaban a darme el diagnóstico de “fibromialgia” (aunque nunca tuve los dolores en puntos clave) porque ese es el diagnóstico que se suele dar ahora a alguien con esta sintomatología y con pruebas de laboratorio negativas.
Sin embargo, lo que no saben es que, la inflamación crónica es eso, inflamación crónica que, si ninguna prueba de laboratorio que te habla de un diagnóstico final, debe ser considerada una antesala a cualquier enfermedad crónica degenerativa llámese enfermedad autoinmune e incluso cáncer y que, a esto, se le debe prestar debida atención.
Me recetaron diversos tipos de analgésicos y alguna vez “Lyrica” entre otros medicamentos de la misma línea y listo, vete a tu casa y no dejes de tomártela que eso te quitará dolores… “Pero ¿y la razón de mis dolores doctor?”, yo les preguntaba, a lo que se limitaban a decir, “pues no se sabe exactamente, puede ser el estrés o la genética”. Pero ¿cómo erradico esta sintomatología de raíz? ¿Qué no están para ayudarme? Nadie supo jamás decirme las posibles causas.
Todo indicaba a que esto ya era algo con espectro autoinmune y ningún doctor, ni reumatólogo me puso en advertencia que podría derivar a la completa autoinmunidad, de hecho, ningún otro doctor, gastroenterólogo, ginecólogo, alergólogo, otorrinolaringólogo, y otros más que vi en todo este camino de consultas y más consultas, nunca me hablaron de la inflamación crónica como producto de un estrés oxidativo que afecta a todo el cuerpo.
¿Qué estudiaron? ¿Sólo farmacéutica?
Estrés oxidativo
Nadie supo nunca mencionar ni siquiera una vez, la dieta como primer paso a eliminar la inflamación. Porque la dieta es lo primero que se debe modificar, ya que, desde ahí, se gana mucha inflamación. Es tan evidente que así es que, sólo puede tomarte 30 días para empezar a sentir cambios beneficiosos después de incluso años de inflamación.
Cuán atrasada está la medicina tradicional en estudiar las causas raíz de las enfermedades, y es que, he sido testigo directo de una realidad que pone a la medicina moderna en una posición nada humana y, al contrario, oportunista.
Ninguno de estos médicos fue capaz de decirme que mi cuerpo estaba enfrentando el resultado de un estrés oxidativo que iba en incremento. Tuve que llegar yo a esa conclusión sin ser médica.
Ellos deben saber que la inflamación crónica deriva a enfermedades crónicas y degenerativas, pero ahí los tenemos, sólo recetando antiinflamatorios sin decirte la causa raíz de tus dolores y ayudarte a tratar todo de una manera inteligente, profesional y sobre todo sana.
La medicina debe ser sinónimo de dieta también, y no hablo de nutriólogos que, dentro de esta rama también existen demasiadas incongruencias a la hora de tratar a un paciente. Hablo de que, la misma medicina debe incorporar urgentemente dentro de sus protocolos de tratamiento, a la dieta.
¿Qué es el estrés oxidativo? Toda enfermedad es causada por la inflamación crónica, que también es descrita como “estrés oxidativo” y la causa raíz de esa inflamación y estrés oxidativo, es la “disfunción celular” causada por un desequilibrio de nutrientes básicos debido a mala absorción de estos por diversas causas, entre las que destacan los malos hábitos alimenticios y el estrés crónico, básicamente.
No considero que yo haya tenido una dieta llena de alimentos chatarra, y ahora que estoy sumergida en investigar las causas de mis deficiencias e inflamación crónica, tampoco tuve una dieta donde predominaran alimentos densos en nutrientes, pero, mal alimentada nunca estuve.
El estrés crónico el causante de mi enfermedad
Sin embargo, lo que en mi causó un desequilibrio tremendo fueron eventos altamente estresantes y traumáticos que me impregnaron de cortisol (hormona del estrés) las 24 horas del día por más de un año y medio y que a partir de ahí, empezaron mis dolores.
Esto produjo que los años posteriores padeciera de estrés post-traumático que, sin buscarlo, me hacía “adicta” al estrés lo que, a su vez, trajo desequilibrios hormonales que, a su vez, trajo desequilibrios digestivos, y a su vez, una mala absorción de nutrientes y, por lo tanto, deficiencias nutricionales que derivaron a un estrés oxidativo en mis células y, por lo tanto, dolor e inflamación en mis tejidos musculo-esquéleticos.
El resultado: mi cuerpo aprendió a desarrollar anticuerpos para defenderse de la inflamación crónica y el ciclo retroalimentativo de toxinas que tampoco podían ser desechadas correctamente porque, aunque en varias ocasiones busqué el alivio con ciertas soluciones, mi cuerpo no dejaba de estar en un estrés constante porque no estaba siendo compensado correctamente física y mentalmente.
Todo esto no ha sido fácil entenderlo, y aún ahora, sigo tratando en descifrar mis síntomas: qué es lo que me hace sentir mal exactamente en un momento específico, y cómo balancear el malestar para que no me cause ninguna crisis, o que active aun más mis anticuerpos haciendo más poderosa la enfermedad que en este momento, puedo decir que la tengo controlada, aunque con el trabajo de estar manteniendo detalles que todo este conjunto de desequilibrios dio como resultado.
Pero, mi travesía ha sido un paso a la vez.
Medicina funcional
Ha sido en mi búsqueda alternativa del bienestar, que llegué a conocer lo que se llama Medicina Funcional a través de Amy Myers, MD. Una doctora estadounidense que ha vivido en carne propia la autoinmunidad con la enfermedad de Graves.
Eso ya me hacía pensar que era de las “mías”. Ella escribió el libro, “The Autoimmune Solution” (“La Solución Autoinmune”, que ya está en español) que me abrió una puerta enorme de esperanza.
Cuando leía su libro decía: ¡al fin alguien sabe lo que siento! y fue a través de su libro que empecé el Protocolo Autoinmune para detener cualquier intención de mi sistema inmune a seguirse defendiendo de mí misma y evitar tomar los medicamentos tradicionales.
Medicina moderna en alianza con farmacéuticas antes que con pacientes
Mi experiencia con estos medicamentos que incluyen, esteroides, inmunosupresores (DMARD´s) y otros más con efectos secundarios terribles, fue apenas de 2 meses que fueron suficientes para decidir dejarlos definitivamente.
Ahora que comprendo más mi condición, puedo decir con toda certeza que, haber sido prescrita con medicamentos de ese tipo, fue una gran equivocación por parte de los tres reumatólogos que vi y que ninguno de los tres llegó a la conclusión de que, mis síntomas eran para ser tratados de otra manera y no de la forma como lo empezaron a hacer, que me causó efectos secundarios terribles, antes que algún bienestar.
Uno de los médicos que vi, en la primera cita me hizo un chequeo diciendo que todo parecía bien y luego de ver los análisis que llevaba yo conmigo dijo que, sí, entonces tenía artritis reumatoide, sólo por el valor del ccp un poco mas alto de lo normal.
Es decir, pasó de decir que todo parecía bien, a decirme que definitivamente tenía AR y quiso, en esa misma sesión, venderme los medicamentos biológicos (quimioterapia), uno de los medicamentos más caros para esta enfermedad que son ya un último recurso dentro de los medicamentos fuertes que se usan para la AR, y que yo ya sabía que, una vez dado ese paso, la artritis se torna una bomba de tiempo.
Así es que, ¿cuál es el cuidado de un médico con su paciente? Él antepuso la comisión monetaria que recibiría si yo decidía hacerme ese tratamiento (sin necesitarlo en absoluto), a mi bienestar. Porque ellos, los médicos, más que nadie, saben de los efectos secundarios de esos medicamentos.
Decidí que obviamente no los quería tomar, pero sí acepté su prescripción en pastillas, pues yo estaba llena de un miedo enceguecido por la situación que vivió mi madre. Al empezar a tomar lo que me recetó, corticoesteroides e inmunosupresores, me causó una baja de 5 kilos en menos de un mes.
Era delgada, imagínate como estaba con 43 kilos por perder todo mi apetito. Tuve insomnio, sufrí depresión severa y ataques de pánico súbitos y mi cuerpo sufría de más dolores.
Jamás había pasado por una gastroenteritis, pero por estar inmunosuprimida, la sufrí y estuve hospitalizada por eso. Desarrollé aún más deficiencias nutricionales que aún sigo solventándolas.
Mi cuerpo simplemente rechazó absolutamente esos medicamentos como diciendo, “no es lo que necesitas”. Pero pasé ese período y lo superé dejando de tomarlos. Una vez dejándolos, irónicamente me sentí mejor.
Yo sé que la medicina moderna u “oficial” tiene sus protocolos de acción, sólo que esos protocolos suelen ser realmante agresivos y poco humanos, además de que en muchas ocasiones son contradictorios e incongruentes, debiendo ser todo lo contrario pues de la medicina depende nada más y nada menos que nuestra vida.
No es que no sea partidaria de la medicina moderna, en muchas ocasiones sus procedimientos y medicamentos salvan vidas. No estoy a favor de los médicos que usan la medicina moderna de una manera estúpida y oportunista, pero estoy a favor de los médicos o de la medicina integral que ve al cuerpo humano como un todo y que utiliza la medicina natural tambien como recurso de sanación, no sólo químicos.
Lamentablemente hoy en día, son me atrevería a decir que el 80% de los llamados médicos, suelen ser poco éticos y ven al paciente como un objeto, no como un humano.
Protocolo autoinmune
Y retomando mejor el tema de medicina funcional, que es lo que yo definitivamente he tomado como tratamiento, ésta incorpora la hoy en día cada vez más conocida dieta autoinmune o dieta del protocolo autoinmune (AIP siglas más conocidas en inglés), que se basa en gran manera en la dieta Paleo o ancestral, pero en su primera fase abarca una etapa de eliminación de alimentos altamente inflamatorios y otra etapa de reincorporación de algunos de ellos, aunque otros, como el gluten, azúcar, granos y lácteos, deberán ser erradicados por completo.
Visita este enlace para más información sobre la dieta autoinmune.
Es así que, a partir de que supe de mi autoinmunidad y rechazo a la medicina tradicional, empecé este estilo de vida donde, además, incluyo ejercicios y terapia emocional. ¡La sanación debe ser integral para ver cambios importantes en tu cuerpo físico!
Ya te habrás dado cuenta que me ha tomado una gran parte de mi vida entender el debilitamiento que mi cuerpo fue sufriendo y sus causas y que, el saber el diagnóstico final me hizo hacer algunos ajustes en mi vida importantes pues, cambiar rotundamente mi estilo de vida, me iba (y toma) un buen tiempo, porque ahora mi salud es primordial.
Decidí empezar este nuevo blog en alianza con nuestro propio blog de mi esposo y mío, Vida Lúcida, para registrar todo lo que voy haciendo y aprendiendo en el camino y compartirlo con quienes también estén en su propia búsqueda y recuperación de la salud. Trabajar por nuestra salud mental y física es seguir en el trabajo de amarnos a nosotros mismos que se quedó en alguna parte del camino pero que podemos volver a retomar.
Así pues, aquí encontrarás recetas del protocolo autoinmune, videos de ejercicios y otros artículos de interés en el tema que te resultarán muy novedosos.
Te animo a que, si te identificas con mis síntomas o estás segura o seguro de lo que puedes tener, pero aún no sufres síntomas severos de enfermedad, no esperes a que empiecen, y con cambios en tu dieta y estilo de vida detengas el aumento de tus anticuerpos cualquiera que sea la enfermedad autoinmune que estés padeciendo o que sospeches que puedes tener.
Gracias por leerme. Espero poder ser de ayuda en tu camino y si tienes comentarios donde puedas compartir tu experiencia y ayudarnos mutuamente, no dudes en compartirlos.
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